Contiene: Yo me casé -- Marinera norteña -- Noble tierra -- Nadie se meta con Dios -- Tonderos -- Canción para Cecilia Arrollo -- Yo canto para ti -- Tú
El poeta lambayecano Carlos Ramírez Soto (1943- 2014) partió a la eternidad el tres de febrero del 2014, hace exactamente dos años, y como pocos de entre sus pares, transcurrió su vida entera en olor a poesía. Nunca se academizó, ni pasó por una facultad de literatura y tampoco tuvo un maestro determinado.
Simplemente era un poeta en estado natural, desde que nació, como decir una joya en bruto desde que emergió en la literatura. Mientras muchos suelen bruñir sus poemas en medio de sudores y jadeos, a él le brotaba la poesía, como el agua de un manantial, lista para ser leída o bebida.
Creo que Chiclayo ha perdido a uno de sus cultores más sobresalientes, pero paradojas propias del Perú, pocos lo supieron y más aún, pocos se han enterado de su desaparición a los 71 años, una edad en que muchos ya se han eclipsado, él sin embargo, como un verdadero iluminado seguía escribiendo vigorosamente como si estuviera frisando los 30 y 40 años. Fuente:
CÉSAR ACHING GUZMÁN el 03/02/2016
No hay comentarios para este ítem.